Se trata de una cuestión controvertida sobre la cual existen posturas enfrentadas. El desacuerdo está, tratando de simplificar al máximo, tanto en los datos de base para el análisis, como en la propia valoración de los mismos.
1. La estimación de los recursos y reservas mundiales de energía, tema sobre el que es preciso hacer algunas puntuaciones previas. La primera reside en que es preciso desestimar la idea de que tanto los recursos como las reservas son algo fijo o constante. En lo referente a reservas esto es fácil de entender puesto que avances técnicos o cambios en los precios relativos pueden convertir parte de los recursos en reservas, aunque lo contrario también puede suceder. Sin embargo, en lo relativo a recursos esta idea casi nunca se tiene en cuenta y es fundamental, pues los recursos, efectivamente, pueden agotarse si se utilizan, pero, asimismo, pueden incrementarse como consecuencia de los trabajos de exploración minera que permiten descubrir yacimientos desconocidos. Esto último viene sucediendo de forma bastante frecuente en los últimos años.
2. Métodos de cálculo de recursos y reservas que pueden presentar resultados finales con una considerable oposición cuantitativa.
DISTRIBUCION DE LOS RECURSOS ENERGÉTICOS MUNDIALES POR ÁREAS ECONÓMICAS
(en Gtec)
Carbón | Petróleo | Gas natural | Uranio | Total | % | |
Europa Occidental | 54,0 | 4,3 | 8,2 | 4,3 | 70,8 | 6,7 |
América del Norte | 225,8 | 6,0 | 10,0 | 19,6 | 261,5 | 24,9 |
Australia | 41,8 | 0,3 | 0,6 | 11,4 | 54,4 | 5,1 |
Europa Oriental | 47,8 | 0,4 | 0,5 | 3,1 | 51,8 | 4,9 |
U.R.S.S. | 174,2 | 11,4 | 55,6 | 3,5 | 244,7 | 23,3 |
Iberoamérica | 6,1 | 17,3 | 6,8 | 4,6 | 34,8 | 3,3 |
Oriente Medio | -- | 788,1 | 33,2 | -- | 111,3 | 10,6 |
Africa | 64,1 | 10,7 | 7,2 | 18,2 | 100,2 | 9,5 |
China | 100,0 | 3,6 | 1,0 | 3,6 | 108,2 | 10,3 |
Resto de Asia | 3,4 | 3,4 | 6,5 | 1,0 | 14,3 | 1,4 |
717,2 | 135,5 | 129,7 | 69,3 | 1051,7 | 100 |
Fuente: XIII Congreso de la Conferencia Mundial de la Energía (1989).
Como se puede apreciar en el cuadro, tomados en su conjunto los recursos energéticos con que cuenta la humanidad pueden evaluarse de relativamente abundantes, pues son suficientes para abastecer la demanda energética mundial durante más de un siglo, y esto en el supuesto, muy improbable, de que no se añadieran nuevos recursos al descubrirse yacimientos actualmente desconocidos. El plazo indicado parece suficientemente lejano como para poder rechazar las tesis apocalípticas que de forma más o menos periódica e interesada salen a la luz pública.
Sin embargo, el panorama optimista varía si del conjunto pasamos a las partes, pues, aunque las reservas de carbón y uranio son muy abundantes, las de hidrocarburos lo son bastante menos sobre todo las de petróleo, que resulta ser, desde hace más de un cuarto de siglo, la energía primaria más utilizada. No obstante, el petróleo puede ser sustituido en bastantes aplicaciones (calefacción, producción de electricidad) por otras fuentes, como el carbón o la electro-nuclear.
Otra cuestión de interés es la relativa a la distribución geográfica de las reservas denominadas por grandes diferencias entre áreas y países. Así, América del Norte y la antigua URSS se reparten casi a partes iguales la mitad del total mundial, mientras que el Próximo Oriente alberga casi el 6O% del petróleo y un alto porcentaje del gas natural. Por el contrario, Europa (excepto la URSS) es pobre en recursos energéticos, sobre todo en lo referente a hidrocarburos, aunque dispone de abundante carbón.
En definitiva, nuestro planeta cuenta todavía con recursos energéticos suficientes para continuar abasteciendo durante al menos medio siglo consumos similares a los actuales. Aunque desde la perspectiva económica el plazo parece no preocupante, para algunos puede parecer demasiado breve.
Las reservas y los recursos energéticos no son ilimitados, aunque sean relativamente abundantes. Desde el punto de vista económico son bienes escasos (no son bienes libres, como el agua o el aire) y, por tanto, su uso debe ser racional, evitándose el desperdicio. Esto implica que debe extraerse el máximo aprovechamiento de la energía empleada, evitándose pérdidas innecesarias en la extracción, manipulación y transporte, utilizando técnicas y maquinas eficientes, y para el consumidor final, imponiendo precios disuasorios que penalicen el derroche y la dilapidación. Con ello, sin afectar al nivel de vida, se logrará prolongar el máximo las reservas y los recursos actualmente disponibles, encaminando la transición hacia nuevas energías de forma moderada, evitándose así situaciones traumáticas con elevaciones desmesuradas de los precios, reflejo, en la mayoría de las ocasiones, de escaseces relativas.
Estoy de acuerdo con lo tratado. Actualmente, no somos conscientes de que los recursos naturales y energéticos que nos proporciona el planeta, son limitados. No es necesario decir que cada vez tiramos más de estas reservas y que se están agotando progresivamente. Por ejemplo, en el petróleo está químicamente demostrado que su rendimiento energético es prácticamente insustitutible, y por lo tanto, irremplazable. Y es aquí donde va mi pregunta: Existe alguna otra alternativa para el uso de estas reservas energéticas tan rentable como la de ahora, y a su vez, más responsable?. Supongo que no querremos dejar un futuro a nuestras generaciones posteriores con semejantes problemas.
ResponderEliminarEl primer comentario de CMCTEAM pertenece a: Guillermo Hernando García.
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